El Goju-Ryu

Nuestro estilo se basa en los lineamientos más tradicionales del Goju-Ryu Karate-do de Okinawa, sistematizado por los grandes Maestros de esta famosa isla del Japón: Kanryo Higaonna, Chojun Miyagi, An´ichi Miyagi. Este legado esta en manos y es custodiado actualmente por uno de los Maestros más grandes de la historia, el Sensei Morio Higaonna.
Esto garantiza un estilo de lucha auténtico, real, duro, tradicional, técnico, pero con un idioma moderno y un sistema de trabajo muy accesible para todos, logrando ser efectivo en todos los aspectos, generando entusiasmo, vitalidad, seguridad, equilibrio, y muy buena salud.
Extraído de www.iogkfargentina.com

viernes, 16 de abril de 2010

En el camino.

Existen lo que se llaman “verdades universales”, que no son ni más ni menos que cosas irrefutables que desde siempre nos acompañan. Verdades inherentes al Universo, al mundo y a la naturaleza de todos sus seres. Se puede decir que parten desde lo elemental, hasta cosas que superan seguramente nuestra capacidad de entendimiento. Para enunciar lo elemental, podemos decir un clásico como el número Pi, el famoso 3,141592.... que es la relación entre el perímetro y el diámetro de cualquier circunferencia, también podemos hablar de la ley de gravedad, de cualquiera de los teoremas que hayamos aprendido en la escuela y de ahí para arriba, una verdadera infinidad de pequeñas grandes cosas que modelan al mundo, al Universo y a sus seres.
Digamos que si bien todos somos iguales, lo somos en la concepción del ser, que todos existimos, sentimos, pensamos, amamos, vemos y tenemos el mismo derecho a eso tan maravilloso que es vivir. Pero, también esta igualdad está planteada desde la identidad de cada uno y no solo la identidad que nos da tener un nombre, sino la identidad creada por nosotros mismos en nosotros mismos, esa mezcla de nuestro pasado, de nuestro presente de nuestras emociones, de nuestra inteligencia, de nuestros gustos, desvelos, logros, etc, etc. Y en esa identidad en la cual no necesariamente están impresas las diferencias que nos hacen únicos, está implícita nuestra presencia única e inacabada en el Universo que nos cobija y nos permite hallar nuestros propios caminos. Y allí nace lo realmente importante, hallar nuestros propios rumbos. Luego de ver y de pensar sobre eso tan elemental, tan cotidiano como lo son los caminos, nos vamos a dar cuenta de que los caminos son otras de las verdades universales que nos acompañan como guardias silenciosos desde siempre. Cosas a saber sobre los caminos, quizás lo que dijo Antonio Machado sea bueno para empezar; “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, precisamente los caminos no son más que nexos entre nosotros y nuestras metas. Pero cada meta en sí misma es también un camino, y cada vida es un camino, una búsqueda de “algo”, podemos inicialmente traducir ese algo, como la felicidad y el concepto de felicidad puede variar notablemente de un ser a otro, de acuerdo a las aspiraciones del espíritu que los mueve. Pero hay algo que es cierto, si bien no hay caminos exactos, los destinos no son infinitos, por lo tanto y muchas veces sin saberlo andamos caminos que otros ya han atravesado. Entonces también se puede decir que hay vidas que se parecen entre sí, aunque nunca se hayan cruzado o aunque algunas ya estén en el rumbo de las estrellas, mientras que otras aún están proyectando su sombra en el suelo de este mundo. Todo porque si bien los caminos puedan ser variables, los destinos no son infinitos. Lo que sí es cierto es que llega un punto en el desarrollo de cada ser en el cual el conocimiento deja de venir a uno en manos de maestros o de guías, más aún ese es el verdadero aprendizaje, el auténtico logro. Todo lo aprendido hasta ese punto, simplemente fue la preparación para esa nueva y maravillosa aventura, la de descubrir al conocimiento. De alguna manera el Sensei Morio Higaonna lo dejó expresado cuando dijo que llegado el momento de hacer un kata a la perfección técnica, recién ahí empieza el verdadero aprendizaje del mismo.
Hay una historia de hace ya mucho tiempo, que se remonta a algún lugar de China, pero que podría haber sucedido en cualquier parte, y si los caminos pueden variar pero los destinos no son infinitos, ha pasado en muchas partes y seguirá pasando mientras haya humanidad. La historia es más o menos así: hubo un gran maestro cuya fama le precedía largamente por toda la región y a quién acudían personas interesadas en ser aceptadas por el maestro para aprender aunque fuese lo elemental con él. Así pasaron los años, muchos vinieron a sus puertas, pero pocos fueron los que permanecieron. Entre los que quedaron también había diferencias, no entre ellos, sino diferencias en sus capacidades y sus caracteres. De todos ellos debía elegir a uno para que le sucediera, para confiarle el invaluable tesoro del resto del conocimiento arcano, oculto para los demás. De todos eligió a uno, luego de encontrar la vara exacta para medir. Ese elegido empezó a ser su alumno privado y a entrenarse con el maestro fuera de los ojos de los demás. Pero llegó un momento en el cual el maestro dejó de enseñarle cosas nuevas, aunque seguía dándole clases privadas, llegó un momento en el que el maestro dejó de hablarle, solo lo elemental para indicarle qué era lo que debía hacer eran las palabras que pronunciaba, luego ni siquiera eso. Todo esto empezó a pesar en el corazón de su alumno, hasta que un día fuera de la clase, lo llama para preguntarle los motivos por los que había dejado de hablarle, de aclararle las cosas en la práctica. Para preguntarle si lo había decepcionado en algo, pues ya nada nuevo le enseñaba.
Entonces el maestro le dijo que no solo él lo había elegido para seguir el camino de los maestros, sino que él (el alumno) se había elegido a sí mismo al aprender con pasión desde el primer día que fue su discípulo. Pero que a medida que el tiempo pasa, las obligaciones y las responsabilidades son cada vez mayores y lo que se le pide a alguien que va a ser algún día el maestro de otro maestro, es precisamente a que transite el camino del primer maestro.
Con esto quiso decir que si bien le podía enseñar lo que le faltaba saber, esa ausencia de conocimiento no era precisamente algo que ya no supiera, sino eran cosas que aún no lograba ver, pero que las empezó a aprender desde el primer día en el que tomó una lección con él. Llega un punto en el desarrollo en el cual el conocimiento va a dejar de llegar como palabras o lecciones prácticas, el conocimiento va a brotar de la propia experiencia y sabiduría. De tal manera también vas a poder transitar el camino del primer maestro y a ver con la misma luz que él vió. Luego le dijo “Ahora ve y descubre las técnicas secretas”.

lunes, 12 de abril de 2010

Karatekas Veinticinqueños participan de seminario sudamericano




Los días 2,3y4 de abril el Sensei Morio Higaonna visito nuevamente nuestro país para dictar un gasshuku (seminario) sudamericano del que participaron delegaciones de Colombia, Venezuela, Perú, Chile, Uruguay y Argentina (mas de 200 karatekas).

Él es un maestro, un guerrero, uno de los más carismáticos instructores de Karate del mundo. Nacido en 1938. El increíble conocimiento tanto del karate como de la historia del Goju ryu ha asombrado a practicantes de todos los estilos y disciplinas. Instructor jefe y fundador de la Intenational Okinawa Goju ryu Karate do Federation (I.O.G.K.F), ha extendido las enseñanzas y tradiciones originales de Chojun Miyagi (fundador del estilo) a todos los rincones del mundo. Su poder, velocidad y rápida sonrisa no tienen comparación, y los callos de sus manos muestran su letal devoción al Karate do. El espíritu de Higaonna se ha forjado en el fuego del entrenamiento tradicional del Karate, y pulido por el martillo de su intensa voluntad y dedicación. Muchos otros profesores no tienen reparos en decir que los estudiantes de Higaonna son de lo mejor en términos de respeto, espíritu de entrenamiento y cooperación samurai. Es un vivo ejemplo para todos los practicantes de Karate de cómo un arte puede formar un hombre en un guerrero. Su meta, de todos modos, no ha sido nunca glorificarse, sino preservar y perpetuar las enseñanzas tradicionales del estilo.

El Sensei profundizó en cada uno de los trabajos tradicionales buscando la ejecución correcta de cada técnica, de cada uno de los practicantes, además de enseñar el uso correcto del jumbi undo (introducción y precalentamiento para la práctica), Kihon (ejecución intensa de las técnicas de brazos y piernas del estilo y técnicas de respiración), hojo undo (ejercicios con complementos tradicionales) y Kata (formas técnicas y cientificas, movimientos coordinados y determinados de karate do).

De nuestra zona se hicieron presente: del dojo shin gi tai de 25 de mayo, Roberto Oribe, Jorge Pamato, Mariano Pamato, Marcelo Garcia y Luciano Branca. Del dojo Zanshin de Saladillo, Oscar Trusso, Alejandro Di Carlo y Mauricio Mendez.

El Sensei Higaonna es historia viviente y uno de los más respetados maestros del mundo y nos ayuda a todos comprender un poco más este noble arte de la defensa sin armas.

Los que conducimos el dojo Shin gi tai queremos informar a la comunidad que desde abril nos trasladamos a los altos del club a. sportivo los días y horarios de práctica son: martes y jueves: menores de 13 años de 19:00 a 20:00 hs y mayores de 20:30 a 22:00hs y los sábados clase general (chicos y grandes) de 19:00 a 20:30 hs. Aprovechamos para agradecer profundamente a la Sra, Marita Canepa por los años compartidos en su gimnasio y sobre todo por su desinteresada amistad, también hacemos extensivo el agradecimiento al Sr. Cristian Bonavita y a la institución que preside por su colaboración. Y por supuesto también agradecer tan hermosa bienvenida a nuestra nueva “casa” el club sportivo, quienes nos recibieron con los brazos abiertos y consintiéndonos en todo.

Recordamos que es para ambos sexos y sin límites de edad.



lunes, 5 de abril de 2010

"Mi formación con el maestro An'ichi Miyagi"


(Por el Maestro Morio Higaonna. )

Comencé mi formación en Goju-ryu, en abril de 1955, cuando tenía dieciséis años. No fue mi primera introducción al karate, había tenido una formación de dos años en Shorin-ryu. Mi padre fue mi primer maestro, y había comenzado a enseñarme cuando tenía catorce años. Cuando cumplí los quince, fue que empecé mi formación con Shimabukuro Sensei, que enseñaba Shorin-ryu en el club de karate de la escuela secundaria y que se había entrenado en Goju-ryu durante dos años con Chojun Miyagi. Un día me conto de la intensa energía del Goju y me animó a echar un vistazo, y así camine por la senda de tres minutos de duración que me llevó a la casa de Chojun Miyagi y fui introducido en el dojo por Kenji Kanashiro, miembro del club de la escuela Secundaria que también se había entrenado en el Dojo “El jardín” de Chojun Miyagi.
Me gustó lo que vi en el dojo “El jardín” de Chojun Miyagi y decidí que debía entrenar allí. Volví poco después y me uní al dojo. Un hombre llamado Koshin Iha estaba encargado de la recogida de las tasas del dojo. Me acerqué a él, y le entregué mi pago por derechos de entrenar, miré alrededor del dojo mientras el estaba registrando mi nombre. Un joven me impresiono al instante. Sus técnicas ofensivas, puñetazos, golpes, patadas y su rapidez. Su trabajo de pies realmente se lució, sus movimientos eran rápidos y ágiles, él se movía como un gato, sus técnicas fueron ejecutadas con exquisita belleza; sus brazos, las palmas, dedos y fluidez en perfecto ritmo con el resto de su cuerpo.
"¿Quién es ese?" .
Le pregunté, volviendo de nuevo a Koshin.
"Ese es An'ichi Miyagi", dijo, apuntando a él. "Él es el de mas conocimiento. Ve y aprende de él.
La práctica comenzaba a las siete de la noche, yo solía ser de los primeros en llegar, aproximadamente a las seis treinta. Entraba en la parte trasera del dojo y, tras saludar a la esposa de Chojun Miyagi, comenzaba a limpiar el dojo, barrer el suelo y rociaba agua sobre el para evitar que el polvo aumentara durante la práctica.
La esposa de Chojun Sensei, siempre se sentó en la cocina mientras que yo preparaba el dojo. A menudo, cuando yo había terminado, ella me llamaba para darme una naranja mandarina para comer, de vez en cuando me hablaba sobre Chojun Sensei, recientemente fallecido, o acerca de los estudiantes avanzados del dojo. Dos cosas me repetía a menudo y todavía resuenan en mi cabeza hoy. " Ellas fueron: "Para aquellos que practican las artes marciales, el hábito de fumar es lo peor para el cuerpo, por lo que nunca debe de fumar", y "Usted debe aprender de An'ichi Miyagi".
AN'ICHI MIYAGI
An'ichi Miyagi nació en Naha el 9 de febrero de 1931. Perdió a sus padres durante la Segunda Guerra Mundial y, a la edad de catorce años, se hizo cargo de sus dos hermanos más jóvenes, y obtuvo un empleo en la base militar de Kadena. Él y sus dos hermanos vivían a cinco minutos a pie de la casa de Chojun Miyagi. An'ichi conoció a Chojun Miyagi por un amigo que trabajaba en la base y se interesó en el estudio de karate. Junto con otros tres amigos, fue a la casa de Sensei Chojun a pedir permiso para aprender de él. Habiendo recibido el permiso, An'ichi comenzó su capacitación con Chojun Miyagi, el 1 de febrero de 1948, a la edad de diecisiete años. Después de la guerra, la vida en Okinawa fue una lucha constante. La comida era tan escasa que la gente tuvo que trabajar muchas horas extra para asegurarse de tener suficiente para alimentar a sus familias en la noche.
Los estudiantes avanzados de Chojun Miyagi, incluyendo Meitoku Yagi, Eiichi Miyazato y Genkai Nakaima, ya no asistían a la casa de Chojun Sensei a la práctica, sino que solo de visita de vez en cuando.
An'ichi y sus amigos fueron los únicos que practicaron en dojo “el jardín” durante ese período posterior a la guerra. Los cuatro estudiantes comenzaron su práctica con Junbi Undo, la posición heiko dachi y en el ejercicio de los dedos y los pies. Luego se realizaron ejercicios para desarrollar fuerza en las piernas, seguido de ejercicios de estiramiento, y luego ejercicios de patadas repetitivo, el aprendizaje a snap sus rodillas. Luego se trasladó a los ejercicios para estirar las muñecas, codos y hombros, y para calentar las articulaciones. Después los ejercicios se extienden a tronco y cuello. "Usted debe practicar correctamente Junbi Hundo y con mucho cuidado", les decía Chojun Sensei. "Si lo practican de esta manera, sus técnicas de puñetazos y patadas llegarán fácilmente. También facilitarán el desempeño de kata.Tras Junbi Hundo seguía el Hojo Hundo, utilizando herramientas como el chikara ishi (chiishi). Luego vendría la makiwara, kakie y, a continuación, el kata, Gekisai Dai Ichi.
Sin embargo, las duras condiciones de los tiempos y pesada carga para los amigos de An'ichi, al cabo de un año los tres abandonaron. An'ichi permaneció solo en el jardín dojo, practicando esmeradamente mientras él Sensei Chojun miraba como un halcón.
Chojun Miyagi Sensei continuó enseñando karate en la academia de policía junto a varios de los estudiantes avanzados, tales como Eiichi Miyazato, que dividen su tiempo entre el judo y kárate. Pero Miyagi Sensei seguirá enseñando todos los días en su casa a An'ichi.
Chojun Sensei a veces regañaba en tono de broma a An'ichi, diciendo: "Enseñarle a usted es más agotador que la enseñanza de las clases al grupo en la academia. Ahí enseño a un gran grupo, y todo lo que hago es contar. Cuando le enseño a Ud, estoy trabajando constantemente, la corrección de sus técnicas y mostrandole. Me pongo tenso con frustración cuando veo que realiza técnicas que aún no domina. Eso se hace agotador”
Ahora Chojun Sensei tiene sesenta años de edad. Se da cuenta que la evolución de Naha-te fue la vida del trabajo de su maestro, Kanryo Higaonna, que a su vez le había encomendado a él. Ahora que él mismo se estaba aproximando a la vejez y la muerte, estima que todo estará perdido, su trabajo y enseñanza de toda la vida, podría no sobrevivir. Chojun Miyagi está decidido a pasar sus enseñanzas. Muchas veces, después del entrenamiento, An'ichi se relaja y escucha a Chojun Sensei hablar muy extensamente acerca de la historia y la técnica. A menudo habla de los cielos y la tierra, del yin y el yang y la relación del hombre con la naturaleza, y de temas científicos y médicos. Entonces, a veces se queda quieto y, finalmente, reflexióna para si, "Ah, si sólo Jiru (Jin'an Shinzato) viviera, entonces seria mas fácil para mi”. Jin'an, había aprendido, era el mejor estudiante de Miyagi, pero había muerto en la guerra. Miyagi tenía la intención de dejar el Goju-ryu en las manos de Jiru.
Para los próximos dos años, de 1949 a 1951, An'ichi se entrenó intensamente todos los días en dojo “el jardín” de Chojun . Miyagi Sensei comenzó dando An'ichi tareas extra, que para algunos parece que no tienen ningún significado. Un ejemplo típico de estos es que una noche le dijo a An'ichi que viniera la mañana siguiente a las 8 am para mover del jardín grandes y pesadas piedras de un lado de el patio de su casa a la otra. Al día siguiente, pregunta An'ichi si puede mover de nuevo, luego de varios días más tarde a otras zonas de su patio. An'ichi se da cuenta más tarde de que Miyagi Sensei observaba su personalidad, confirmando la determinación de su estudiante de hacer las cosas correctamente.
Muchas veces, mientras que entrenaban, Chojun Sensei realizó la kata junto con An'ichi, realizando kiai con pasión para reforzar el espíritu de An'ichi. También ha impartido clases kata bunkai a An'ichi en gran detalle, y finalmente fue mucho más allá de lo básico para mostrarle las técnicas ocultas detrás de cada movimiento. Después de oscurecer, Chojun Sensei entra en la casa y continua la práctica, con frecuencia Chojun Sensei habla grandes períodos de tiempo acerca de los movimientos y sus significados. Entonces una noche Chojun Miyagi le confía. "An'ichi," dijo seriamente, "Nunca enseñe a Jiru con tal detalle. He pasado la gokui (esencia) de Goju-ryu a usted. Usted debe entrenar duro y valorar este tesoro que he dado a usted. "

Kakie Sensei Nakamura y Eric Higaonna

Sensei Nakamura gasshuku Alemania 2009

Video del Sensei Higaonna ejecutando katas de goju ryu la armonia (wa) de la música clasica

Trabajos de kihon de los gasshukus de Mar del Plata,Berisso y Pergamino